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  • Foto del escritorConstructora Ormiga

Cómo mejorar los espacios del hogar para promover sesiones de estudio acertadas


A pesar de que el pico de la pandemia del Covid- 19 esté bajando paulatinamente en algunas zonas del país y de que en Bogotá, por ejemplo, la alcaldesa haya autorizado que a partir de septiembre de 2020 se permita el regreso de los estudiantes en los colegios y jardines infantiles privados, con algunas limitaciones, el virus sigue circulando en nuestro entorno. Si como padre de familia -a pesar de esta re-apertura gradual- decides que los estudios de tus hijos continúen de forma virtual, a continuación te presentamos algunas consejos para que el espacio en casa dedicado al estudio propicie resultados acertados y sea motivante.


Repensar los espacios de estudio en el Hogar


  • Crear un espacio físico específico para el estudio. Se recomienda elegir y crear un espacio de estudio en una zona con mucha luz natural y condiciones acústicas adecuadas. Si tienes más de una opción, es importante que tu hijo elija la que más le guste y ayude en su adecuación.


Busca la manera de aprovechar la luz solar en función de la orientación de la fachada, saca partido de los patios o utiliza planos de vidrio para permitir su paso a los rincones más oscuros. Estas alternativas te permiten optimizar la iluminación natural en favor de espacios más eficientes.

Un área de estudio oscura no sólo favorece el hecho de quedarse dormido, sino que además puede llevar a forzar la vista, situación que puede interrumpir cualquier sesión de estudio.


  • Elige una mesa que tenga las dimensiones adecuadas para el espacio y la altura de tu hijo. Existen varias opciones en el mercado, pero también es posible diseñar y fabricar una pieza exclusiva. Se recomienda un ancho mínimo de 80 cm para que los brazos puedan descansar cómodos en torno a un cuaderno o un computador portátil, pero si es posible contar con un ancho de 1.20 metros tu pequeño podrá moverse y alcanzar sus utensilios más fácilmente, permitiendo el uso de pantallas de mayor tamaño. “Se recomienda una altura de mesa de alrededor 50 cm para la etapa preescolar, de alrededor de 60 cm para la primaria, y más de 70 cm para los últimos años de colegio[1], aunque ésta puede variar según cada estudiante.



  • Invierte en una silla cómoda. La ergonomía es fundamental. Para los ambientes pensados para niños más pequeños es importante tener en cuenta que las medidas se ajusten a su altura y necesidades. “Se recomienda una altura de asiento de entre 25 y 30 cm para la etapa preescolar, de entre 35 y 40 cm para la primaria, y más de 40 cm para los últimos años de colegio, aunque cambie según el usuario[2]. Una silla que tenga alturas regulables se puede adaptar al crecimiento de la persona, o permitir su uso para los diferentes integrantes de la casa.


  • Organiza el ambiente de estudio. La organización física del entorno ayuda a la estructura interna y emocional de los niños. Además de crear espacios de almacenamiento para utensilios y materiales, también te aconsejamos incluir un calendario con el horario de clases y ubicarlo al nivel de los ojos del estudiante. Si tu hijo aún no sabe leer y escribir, puedes usar símbolos o fotografías. También puedes ubicar tableros magnéticos o de corcho y paneles perforados para anotar y guardar ideas. Evita camas y sofás, ya que invitan al adormecimiento y hacen que se confundan los espacios de descanso y trabajo.


  • Adecua el espacio a otras zonas comunes. Si el espacio de estudio no está en un ambiente cerrado e independiente (puede estar en un área común, como en la cocina o en la sala de estar, por ejemplo), se pueden utilizar particiones y adaptaciones para evitar interferencias visuales o auditivas durante las clases. Puedes incluir soluciones móviles, translúcidas o flexibles. Las cortinas, por ejemplo, son una opción efectiva y de relativo bajo costo.


  • Fomenta la autonomía de los niños y niñas dejando el material de estudio a su alcance. Por ejemplo en estanterías de baja altura para que puedan consultarlo, incluso en horas de ocio. También puedes acomodar ambientes más relajados y cómodos para la realización de tareas o lecturas fuera del horario de clase, con alfombras, pufs, bancos y mesas de baja altura.


  • Evalúa los revestimientos y los colores del ambiente. Si deseas cambiar lo colores elije aquellos que le gusten a tus hijos para que se sientan felices y motivados en el entorno. Incluye también elementos relacionados con sus intereses personales. Existen algunas pautas para el manejo de los colores:

Azul: ayuda a la productividad por ser un color que invita a la tranquilidad y la estabilidad.

Verde: es un color que también inspira a la tranquilidad. Tiende a retrasar el cansancio y la fatiga ocular.

Amarillo: puede ser una buena opción al ser un color alegre, que remite al optimismo y la creatividad.


  • Diferenciar el espacio de estudio del espacio de juego. El juego es reconocido como un momento educativo muy efectivo. Si es posible busca un espacio diferente para no mezclar actividades, de manera que tu hijo pueda despejar su mente una vez terminada cada sesión. Por ejemplo, puedes transformar o adaptar el espacio de estudio para la realización de otras actividades durante los fines de semana o días festivos.


  • Acondiciona un espacio silencioso. La exposición a un nivel excesivo de ruido está directamente relacionada con las complicaciones de aprendizaje y la cognición. El sitio para estudiar no deber ser ruidoso para que incite a la concentración. Si cuentas con un espacio independiente, es conveniente que optes por un panel fonoabsorbente que aísle el área y permita la concentración.


  • Optimiza la ventilación y la temperatura.Una ventilación y temperatura adecuadas aumentan el bienestar y rendimiento de sus ocupantes. Asimismo, una mala ventilación presenta efectos adversos en la actividad cerebral, impidiendo el correcto desarrollo de las capacidades cognitivas.


  • Personaliza el espacio de estudio con imágenes que resulten atractivas. Puedes incluir la foto de la mascota como alternativa para motivar a la concentración, o ubicar la foto del capricho que se espera obtener después de pasar los exámenes (como motivación adicional).


Aunque el estudio en casa algunas veces pueda resultar complejo debido a los múltiples factores que generan distracción, puedes adaptar los espacios de tu hogar, para hacer posible que el proceso de formación continúe de forma apropiada y evitar así que el Coronavirus llegue a tu vida, a la de tu familia y continúe expandiéndose.


 

[2] Ibid

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