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  • Foto del escritorConstructora Ormiga

¿Qué se necesita para eliminar el déficit habitacional en Colombia?


La industria de la construcción en Colombia es una de las que mejor se ha desarrollado tras la pandemia y ha permitido la generación de un gran número de puestos de trabajo. No obstante este buen desempeño se ve eclipsado por el déficit habitacional, una de las problemáticas que aún se sienten con mayor fuerza en la lucha contra la pobreza en el país.


Según el reporte del Departamento Nacional de Estadística (DANE) a cierre de 2021, el 10,5 % de los hogares en Bogotá se encontraba en déficit habitacional, es decir, cerca de 302 mil familias de la capital habitan viviendas en condiciones no aptas.


En el rango nacional, los últimos reportes del DANE demuestran que el 31% de los hogares del país tienen déficit habitacional. Por un lado, el 7,5% vive en casas con deficiencias estructurales o de espacio y el 23,5% viviendas con deficiencias no estructurales.


Por su parte, para la ANIF (Centro de Estudios Económicos) “preocupa el alto número de familias en Colombia que no cuentan con un lugar adecuado para vivir, ya sea por hacinamiento o porque no tiene las características mínimas para considerarse (vivienda) digna”[1].



En ese orden de ideas, el más reciente estudio de LaHaus y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), “Vivienda, reto en América Latina, reveló que para erradicar el déficit habitacional en Colombia se necesita la construcción anual de 400.000 viviendas y una inversión de alrededor de 0,5 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB). Es decir, una cifra cercana a 5.800 billones de pesos.


Asimismo, de acuerdo con Albert Saiz, profesor asociado del Laboratorio de Economía Urbana del MIT y coautor del estudio, esta inversión implicaría un crecimiento de hasta el 20% en la construcción de viviendas formales.


El Informe sostiene que “para eliminar el rezago cuantitativo en los próximos 20 años, se requiere avanzar un 0,38 % anual, lo que haría necesario intensificar las políticas de ordenamiento territorial. A esto se suma el reto del suelo requerido, que podría significar un cuello de botella. A densidades de desarrollo corrientes, serían necesarias más de 50.000 hectáreas en las cinco ciudades principales de Colombia para enfrentar el déficit”[2].


Bogotá, Medellín y Barranquilla son las ciudades con mayor rezago en este aspecto, afirmó Albert Saiz.


Para el experto es una meta muy ambiciosa, teniendo en cuenta las cifras actuales de construcción de viviendas formales en Colombia, pese a las cifras récord en transacciones evidenciadas en el último año.


Con este panorama, el Informe sostiene que el desarrollo urbano debería ocurrir en densidades más altas o en el uso de áreas de zonas brownfield: áreas donde ya existe infraestructura, lo que evitaría que el proceso urbanístico sea más costoso.


El presidente y cofundador de LaHaus, Rodrigo Sánchez-Ríos, destacó que en América Latina, más de 100 millones de personas habitan en casas sin dignidad, es una región donde la calidad de vida es baja y no hay la posibilidad de crear patrimonio y comenzar a superar la pobreza. Acceder a una vivienda digna es el primer paso para esto.

De acuerdo con el Informe en este momento en Colombia el 6,5% del PIB se destina a la construcción, del cual el 2,8% se dedica a la edificación de viviendas y el resto a la construcción comercial y las infraestructuras.


El Estudio también analiza los factores que dificultan el acceso a la vivienda como la desigualdad de ingresos, problemas de urbanización rápida y temprana, falta de coordinación metropolitana, fallas en el ordenamiento territorial, aprobaciones ineficientes de licencias, inestabilidad política en los gobiernos locales y acceso insuficiente a créditos hipotecarios con cuotas asequibles.


El Informe reveló a su vez, que para el 2042, cerca de la mitad de la demanda de vivienda será impulsada por cambios en la estructura familiar, a raíz del aumento de personas divorciadas, familias monoparentales, un menor número de hijos por hogar y el incremento de jóvenes solteros y viudos viviendo solos.


Para reducir el déficit cuantitativo de vivienda, concluye el Informe, se requiere para los próximos años de un importante esfuerzo de la sociedad, los gremios y el gobierno. No obstante, dado los rápidos cambios demográficos en Colombia, el crecimiento de la demanda de vivienda va a ser menor, comparado con la velocidad esperada de crecimiento del PIB a largo plazo, lo que dará paso a aumentar la calidad habitacional del país y a nuevas inversiones para mejoras cualitativas a finales de la próxima década.

 

[2]Ibid

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