Es probable que durante tu infancia hayas elaborado figuritas de papel y jugado con ellas, creando historias mágicas y sorprendentes que al recordar en la edad adulta las podrías valorar como producto de la imaginación y la inocencia de esta etapa de la vida. Aún así… ¿creerías posible que un grupo de diseñadores, una organización sin ánimo de lucro y una compañía de tecnología crearán en Latinoamérica una urbanización de casas impresas en 3D?
Aunque la idea parezca un cuento producto de la imaginación infantil, ¡es una realidad! Gracias al avance de la tecnología y a la unión de empresas preocupadas por las personas que no cuentan con una vivienda digna y segura, la Organización sin fines de lucro, New Story, el estudio de diseño Fuseproject y la compañía de tecnología de construcción de viviendas ICON, acordaron el diseño, planificación y construcción de la primera comunidad de viviendas impresa en 3D del mundo. Estas construcciones beneficiarán a familias en América Latina que viven con menos de 200 dólares al mes (aproximadamente $668.000, según la actual tasa de cambio).
De acuerdo con datos de un informe del 2019 del Programa de Hábitat de Naciones Unidas “1.600 millones de personas no tienen acceso a un refugio adecuado en todo el mundo. Mil millones de ellos viven en asentamientos informales y aproximadamente una de cada cuatro personas vive en condiciones que perjudican su salud, seguridad, prosperidad y oportunidades”[1].
Uno de los diseñadores del Proyecto de casas impresas en 3D Yves Béhar comentó que la iniciativa plantea una serie de preguntas: ¿Cómo innovar con una impresora 3D para crear un modelo de vivienda replicable, construido para durar y apoyar el crecimiento de una familia multigeneracional? ¿Cómo combinar técnicas locales, tradiciones y necesidades con tecnologías avanzadas? ¿Cómo crear una estructura que sea asequible, atractiva, segura y funcional? Las respuestas se verán reflejadas en la urbanización que se va a construir.
Aunque las empresas aliadas en el proyecto no han especificado en qué lugar de Latinoamérica llevarán a cabo la propuesta, sí aclararon que las casas serán impresas a finales del 2019 y su diseño estará ajustado para un clima tropical donde las precipitaciones sean abundantes.
“Cada residencia ocupará un lote de 120 metros cuadrados y tendrá una superficie cubierta de 55 metros cuadrados. Contarán con una cocina y comedor cubiertos al aire libre y jardines. Los muros de hormigón quedarán expuestos por dentro y por fuera y estarán decorados con un patrón estriado como resultado de la impresión 3D. El techo será curvo y se extenderá en la parte delantera y trasera de las casas para que actúe como un amortiguador contra la lluvia pesada. Las paredes también serán curvas para facilitar la limpieza. Las bases de las estructuras se mejorarán y la construcción de muros se reforzará para reforzar las casas contra la actividad sísmica”[2].
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El ingenio, la voluntad de ayudar a las personas que más lo necesitan y el avance tecnológico hacen realidad situaciones que sólo cabrían en la imaginación infantil, para reducir la carencia a una vivienda digna y por qué no, proporcionar un modelo para producir residencias de alta calidad para las comunidades más vulnerables. ¡Esto sí que es fantasía hecha realidad!