Las ciudades modernas y en constante crecimiento, en donde cada vez más personas desean tener su hogar, están enfrentando varios desafíos que deben abordarse para garantizar su continuidad como lugares atractivos para vivir.
Algunos de esos retos, de acuerdo con el grupo arquitectos y urbanistas de Países Bajos Darkdorpen[1], son la creación de áreas impermeables (para evitar problemas como la inundación de alcantarillas), la mayor temperatura ambiental de las áreas urbanas, la creciente demanda de movilidad de las personas (que a su vez conduce a la contaminación del aire) y la falta de vivienda en el centro de las ciudades.
Ante los retos que plantean las grandes urbes, un equipo de arquitectos, urbanistas y una antropóloga están desarrollando en Róterdam (Países Bajos) una idea para afrontar la escasez de vivienda y los problemas ambientales: edificar pequeños vecindarios en los techos de los edificios. Esta solución podría aplicarse en muchos lugares del mundo.
Los pueblos o aldeas en los techos (dakdorpen en neerlandés o rooftop villages en inglés) son un concepto innovador en materia de diseño arquitectónico y desarrollo urbano, que combina la creación de viviendas sostenibles con la evolución hacia una ciudad inteligente y más ecológica.
Los pequeños conjuntos de viviendas instalados en los tejados de los edificios pueden contribuir a resolver problemas como la crisis climática, la falta de vivienda urbana, la escasez de agua, las fuertes lluvias y el aumento del calor en las ciudades.
El grupo Dakdorpen está investigando cómo hacer habitables las azoteas y las posibles soluciones arquitectónicas para este objetivo, comenzando en Róterdam, una ciudad que de acuerdo con la cadena pública de comunicación neerlandesa VPRO, tiene, en conjunto, más de dieciocho kilómetros cuadrados de techos planos.
Los futuros pueblos en los tejados combinarán los techos planos cubiertos de vegetación natural con pequeños grupos de casas compactas.
Techos Verdes, una posible solución a la contaminación del aire
Los techos verdes consisten en la cobertura parcial o total del techo de un edificio con vegetación que crece en un sustrato de varias capas, compuesto por un medio de cultivo (tierra u otros materiales), membranas impermeables y filtrantes, sistemas de irrigación y drenaje, y barreras para contener las raíces.
Los techos verdes limpian el aire, refrescan los edificios y las ciudades, proporcionan hábitats ecológicos y protegen el agua. No obstante su implementación no está muy extendida debido a sus altos costos y a que no generan ganancias financieras directas, especialmente en el caso de los edificios existentes.
El grupo neerlandés Darkdorpen aspira a ampliar el concepto de los techos verdes, no solo reverdeciéndolos, sino también reforzándolos para poder incorporarles casas compactas y hacerlos habitables.
Esta opción podría cambiar el modelo de negocio de las remodelaciones de techos y hacer que la incorporación de los techos verdes sea financieramente atractiva.
Darkdorpen considera que para llevar a la práctica este tipo de ideas no solo es necesaria la disponibilidad de espacios adecuados, la colaboración pública y privada es vital para su avance.
La puesta en marcha este tipo de proyectos requiere del apoyo de los gobiernos locales, de los grandes propietarios y los usuarios de bienes raíces, por medio de ayudas, permisos y exenciones, así como el aporte de información y conocimientos.
Si el proyecto de pueblos o aldeas en los techos resulta exitoso, la capacidad urbana de retener el agua será mayor, las ciudades se calentarán menos y en su entorno aumentarán la diversidad biológica y los hábitats para las especies, además de contribuir a limpiar el aire contaminado y proporcionar viviendas asequibles. Todo esto, acompañado de un retorno económico del dinero invertido.
Cuéntanos. Si en tu ciudad se llegan a desarrollar proyectos de construcción de aldeas o pequeños pueblos habitables en los tejados de los Edificios ¿vivirías allí?